Nutrición y Cáncer de pulmón

18/07/2025

9:48 pm

Cuando una persona enfrenta un diagnóstico de cáncer de pulmón, la alimentación se vuelve una herramienta fundamental. No sustituye al tratamiento, pero sí influye en cómo lo toleras, cómo te recuperas y cómo mantienes tu calidad de vida.

Uno de los problemas más frecuentes en estos pacientes es la pérdida de peso y masa muscular, incluso antes de iniciar quimioterapia. A esto lo llamamos “caquexia tumoral”, y se asocia con peor pronóstico, más toxicidad y menos respuesta al tratamiento. Por eso, una buena nutrición es parte del abordaje médico integral.

El papel clave de la proteína

De todos los nutrientes, la proteína es el más importante en cáncer de pulmón. El cuerpo necesita más de lo habitual para:

  • Mantener la masa muscular
  • Reparar tejidos dañados por el tratamiento
  • Favorecer la cicatrización y recuperación
  • Apoyar al sistema inmune

En términos prácticos, un paciente oncológico debe incluir proteína en cada comida. Las fuentes recomendadas son:

  • Claras de huevo, huevo entero
  • Pollo, pavo, pescado
  • Lácteos bajos en grasa (como yogur griego o queso cottage)
  • Legumbres (frijoles, lentejas, garbanzos)
  • Suplementos proteicos si el apetito es bajo

Se recomienda entre 1.2 a 1.5 gramos de proteína por kilo de peso al día, aunque esto debe ser individualizado por un nutriólogo clínico.

¿Qué pasa con el azúcar?

Una de las preguntas más comunes es:“¿Debo dejar el azúcar? ¿El cáncer se alimenta de azúcar?”

La respuesta no es tan simple. Las células tumorales usan glucosa para crecer, sí, pero también lo hacen todas nuestras células sanas, incluyendo las del sistema inmune. El problema no es la glucosa en sí, sino el exceso de azúcares simples y ultraprocesados que pueden generar inflamación, resistencia a la insulina y alteraciones metabólicas.

No se recomienda eliminar todos los carbohidratos. Lo ideal es elegir opciones saludables como:

  • Avena, arroz integral, papa
  • Frutas enteras
  • Verduras y leguminosas

Y reducir al mínimo:

  • Refrescos, jugos azucarados
  • Pan dulce, galletas
  • Dulces, cereales de caja

Conclusión

En cáncer de pulmón, una alimentación enfocada en altas proteínas y carbohidratos de calidad, con reducción de azúcares simples, es clave para mejorar tolerancia al tratamiento, preservar masa muscular y fortalecer al paciente física y emocionalmente.

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